Relatos populares – Lucía Dayan / Guillermo Pironi

Los paisanos se reunían en un pueblo de Salta para cantar y tocar la guitarra pasada la medianoche, cuando brillaba la luna. Entonces se percibía un silencio total interrumpido por el galope de un caballo.

Los concurrentes se asoman asombrados, uno de ellos se persigna y dice: ¡Ánima Bendita! Por lo que veo parece ser un hombre con su guitarra. Un compañero pregunta: ¿Dónde lo estás viendo? No se ve nadie. El otro dice: Estoy seguro, por los rayos de la luna se ve pasar un jinete con su guitarra, ¿quién será? ¿No será el vino que te hace ver visiones?

No, es el ánima misma de Santos Vega ¿no escuchan el rasguido de su guitarra?

Relatos populares – Salvoni / Anónimo

En una noche Don Joaquín descansando y bajo sueños que se convertían en pesadillas se encontraba lagrimeando con sus pensamientos de viudez. Soñaba que se reencontraba con su esposa en el cementerio y se alegró de verla como después de tanto tiempo bajo una luna nueva. Se besaron. Un gusano salió de ella, doña Margarita.

Sorprendido bajo un ahogamiento en su garganta se despertó, fue al lugar de su amada en ese lugar lúgubre.

Caminando hacia su tumba se siente que le tocan la espalda. Él piensa que es un muerto y de repente se produce un infarto, su vida termina, su viudez también. Ahora yace en la tumba con su amada.

Construcción comparativa / Trabajo colectivo (IV)

Tan ácido como

un bizcochito Don Satur

convivir con mi vieja

esa sensación abrumadora

mala respuesta tajante

manzana, pera, limón

un caramelo

mi vecino

Construcción comparativa / Trabajo colectivo (III)

Tan amargo como

un enfermo terminal

ser hincha de Racing

aquellos días que me separé de tí

error sintetizado

la soledad y la tristeza

el mate

               el mate sin azúcar

Construcción comparativa / Trabajo colectivo (II)

Tan dulce como:

un beso de una novia

vivir el primer amor de nnuevo

recordar esos besos y abrazos

la contemplación de la verdad

el amor y el cariño incondicional de una madre

el chocolate con leche

un beso

Construcción comparativa / Trabajo colectivo (I)

Tan brillante como:

la estación de la primavera

caundo me levanto de dormir y disfruto de un nuevo día de vida

los hermosos paisajes que nos entregás, gracias madre naturaleza

la luz de la verdad, inmutable

el cálido abrazo a un grupo de personas que tanto quiero

el mar de tus pétalos

mis hijos

Acerca del regalo por Anónimo

Una noche llegué a casa. En ese entonces yo vivía con mi mamá en Burzaco. Había un monno en la cama. Yo me asusté mucho porque pensé que era de verdad. Cuando me acerqué me dí cuenta de que era sólo un peluche y me tranquilicé.

Me lo regaló mi papá, yo le puse una banana al mono, todavía lo tengo en mi pieza con los otros peluches. Ya no juego más con él. El miedo no me duró mucho, sólo fue un momento.

Acerca del regalo por Guillermo Pironi

La bicicleta: La esperé mucho tiempo, cuando me la trajerola entré en la habitación apoyada en la pared para dormir a su lado.

Me la trajo mi padre, siempre me acompañó fielmente, rodado 24 de media carrera. Calculo que mi promedio en andar era de varias horas perdidas, después las mudanzas, la inseguridad.

No sé dónde está. Cuando pienso dónde estará me da tristeza. La cuidaba, la armaba, la desarmaba, con  sus llantas super gastadas, su color metálico, su cuadro liviano, su cómodo asiento.

Otro que me gustó mucho fue uno sinfonía que me regaló una tía (un disco).

También una remera que guardo en el placard, regalo de un sobrino de un conjunto de rock sinfónico al cual asisitimos y que yo usé en ese recital.

Acerca del regalo por Lucía Dayan

Es difícil recordar algún regalo en especial ya que no reapro mucho en los objetos aunque agradezco a quien me lo obsequia.

Hace tres años, el día de mi cumpleaños me regalaron algo original, al menos para mí: un juego de pelotas energéticas de relajación para uso personal. Cuando alguien llega a mi casa contracturado, le ofrezco masajes y queda encantado. A este regalo no lo utilicé nunca para mí. Por no pedir, por no decir: estoy mal, ¿me hacés unos masajes?

Hace tiempo, bastante ya, una persona muy amada por mí me regaló una cadena con una cruz, me encantó, la usé pero a pesar de cuidarla tanto, un día la fui a buscar y no la encontré. Durante mucho tiempo dí vuelta cajones, la busqué en los lugares menos esperados.

Ya no la busco, me resigné a perderla. A la cadena y a quien me la regaló.

Acerca del regalo por Pablo Salvoni

En el derrumbe de mi persona, saliendo bajo los escombros de mi alguien me acercó toda su energía y a través de ella me entregó la imagen de la virgen de Guadalupe con intenso verde, el cual es de guía y me abre camios constructivos.

Amén de estos, los horizontes son infinitos y los colores inimaginables dado que lo mejor de la vida está por comenzar.

Rezo para que todas las personas puedan gozar de ese regalo que es la vida misma.